miércoles, 5 de marzo de 2008

Derecho de sociedades

Las religiones de forma casi mayoritaria exaltan en el hombre sentimientos positivos y de amor hacia nuestros hermanos y nos llevan a satisfacer en mayor o menor medida nuestro afán de trascender más allá de la muerte. Pero yo os planteo ¿es eso suficiente? Es decir, ¿es necesario que para pensar de un modo positivo, honrado y benevolente abracemos incondicionalmente una serie de verdades preestablecidas acerca de todo lo que nos rodea, su funcionamiento, su origen y su último fin? ¿Es necesaria la motivación de la vigilancia de un ser superior y juez que todo lo ve, para que el ser humano haga el bien?


Creo que ya habréis adivinado cual es mi opinión. Algunos defensores del catolicismo me contradicen de la siguiente manera: "los que niegan la existencia de Dios es porque les conviene que no exista. No negamos que un ateo pueda ser honrado, pero evidentemente le falta motivación. Se puede preguntar: ¿Por qué voy a hacer el bien en lugar del mal, si obrando bien no me proporciono ventajas sino inconvenientes, y obrando mal salgo ganando? Si no hay un árbitro que sanciones, cada cual hará lo que más le convenga".


Presume aquí erróneamente nuestro católico amigo que haciendo el mal siempre se sale ganando y haciendo el bien siempre se sale perdiendo. Aunque eso no sea lo más importante del tema. Lo que yo quiero es trasladaros otra cuestión. Yo me crié en el seno del catolicismo, crecí con sus valores y sus principios y muchos de ellos válidos pasaron a formar parte de mi persona.¿Esto que quiere decir?


Esto quiere decir que las religiones no son malas en sí, como muchos creyentes apuntan, no nos enseñan nada malo. Esto es cierto, no hay que torturar ni martirizar al creyente, por que el que cree sinceramente, lo hace de corazón. Y esto es algo que muchos colegas ateos en la red no entienden, y se empeñan en demonizar a todos ellos.


No trato de martirizar a nadie, pero en mi opinión creo que tengo el deber, como hombre que salió de la caverna, de volver a ella para ver si hay alguien ahí que quiere acompañarme. Ese alguien puedes ser tú o un amigo o tu vecino, ese alguien puede ser la sociedad que no es "la sociedad", sino que somos la sociedad.


Porque toda sociedad tiene derecho a ser libre. La mejor sociedad no es la más religiosa, si esto fuera así épocas en las que la religión católica se configuró en nuestro país como religión oficial, tendrían que haber pasado a la historia por la increíble bondad y hermandad de toda la ciudadanía pero no fue así. Tu sociedad tiene derecho a ser libre. Tú te mereces una sociedad libre y tienes también derecho a ella.


¡Que dé comienzo la búsqueda!

6 comentarios:

Bito dijo...

Hummmm... complejo lío en el que te metes. Las religiones cuando nacieron tenían sentido, mucho sentido, daban explicación a todo aquello a lo que el hombre no podía, admiraban toda la belleza de su alrededor que pareciéndoles tan magnifica sólo eran capaces de atribuir a un orden superior. Luego, con el tiempo, la cosa se desvirtuó y lo que antes contestaba o limpiaba de sombras el corazón humano comenzo, justamente, humanizarse. Entonces se utilizó con intención de someter, de dominar y controlar. El ser hermoso pasó a ser juzgador y castigador, a imponer leyes y sanciones. Se creó el infierno (en todas su variedades religiosas, claro) y con ella la ética (que es siempre más dogmática que la moral). Surgió lo bueno y lo malo, el cielo y el infierno, y a partir de ahí ya todos sabemos lo que vino.

No, el creyente no es el culpable, es más, yo, como ateo incorregible los envidio hasta límites de odio, pero no porque ellos tengan una justificación para ser bueno, pues para ello yo encuentro la de ser fiel a mí mismo, sino por tener un corte de manga para la muerte que no les asusta, que no les impresiona, que se les asemeja como un viaducto a otra parte más hermosa y no a ese pozo negro que se aparece en todas mis visiones de futuro.

De todas formas hace algún tiempo escribí un post que trataba estos temás, más adelante se hizo cómic (se públicó en una revista cogido el guión por un ilustrador) y si mal no recuerdo este chico después lo publicó en la red. Voy a ver si encuentró el link del cómic y te lo pasó que siempre será más ameno que leer mi texto, además el tio dibuja de coña y lo ilustró impresionantemente.

Un saludo,

Bito dijo...

Lo he encontrado, pincha Aquí

1berto dijo...

bito, mi más sincera enhorabuena por ese particular coloquio que creaste. Y gracias por trasladarlo aquí.

En relación a tu envidia por la falta de miedo a la muerte de los creyentes, recordaré lo que estableció Nietzsche en "El Anticristo": la fe salva, luego es falsa.


No temas. No, no temas, porque el fin será el mismo para todos, sólo que tu buscarás la felicidad aquí, en el único lugar posible,sin embargo ellos, ellos no se lo que harán...

Akroon dijo...

No sé yo si un creyente, llegado el momento de la muerte anunciada, no tendrá miedo. El miedo es la reacción a lo desconocido, a lo que no controlamos, y que se tenga la creencia de una vida posterior a la muerte no significa que se conozca, sino simplemente que se tiene la convicción de su existencia.

Supongo que dependerá de la capacidad de cada persona creyente de abandonar su miedo humano a lo desconocido sustituyéndolo por la convicción de algo que se desconoce empíricamente.

Sin venir a cuento, me estoy acordando del chiste de Eugenio del tipo (escalador) que se queda en la montaña y grita si hay alguien... y Dios contesta... y él pregunta ¿hay alguien más?. No lo cuento porque seguramente es vox populi.

Sea como sea, y ya me he perdido otra vez (que con tanta profundidad de texto y con lo rápido que me subo yo a los helechos, pierdo el hilo de lo que decía), el que obra bien por miedo corre el riesgo de perder el miedo y quedarse sin principios. Es como educar a un crío... si se basa solo en el temor a la represalia, el día que esa represalia desaparezca, puede que se haya creado un monstruo.

Y queridos todos, hasta el más acérrimo creyente tiene crisis de fe. En tal caso, ¿se dedicará a cabronear por el mundo? Dependerá de su naturaleza como ser humano y de sus principios como persona.

Aunque claro, en algunos casos, sin amenaza de castigo, todo el monte sería orégano... Con lo cual, vamos al inicio... Lo importante es educar personas, ya no en principios religiosos bajo el yugo del temor al castigo, sino en valores como ser humano para que la actuación de cada uno sea fruto de la fidelidad a las propias convicciones y no a un miedo determinado.

Ak dixit!! :P

Akroon dijo...

Y no me hagas escribir tanto, leches!!!!!!!!!!!!!

:P

1berto dijo...

Akroon, siempre tan sublime y espontanea a partes iguales, introduces un tema muy interesante y sobre el que se podrían derramar rios de bits informáticos como es la educación. Si es que me pinchais.


Me has hecho acordarme de un libro que salió hace poco sobre educación. En este link se entrevista a su autor, http://razonatea.blogspot.com/2007/12/cmo-criar-hijos-ateos.html


Ahí lo dejo por si te apetece echarle un vistazo. Adelanto que yo no tengo una opinión del todo formada sobre este tema, ya que no he leido el libro en cuestión que se llama "Como criar hijos ateos".