miércoles, 12 de marzo de 2008

Así hablaron sobre la muerte.

Jose Luis Borges

Del otro lado de la puerta un hombre deja caer su corrupción. En vano elevará esta noche una plegaria a su curioso dios, que es tres, dos, uno, y se dirá que es inmortal. Ahora oye la profecía de su muerte y sabe que es un animal sentado. Eres, hermano, ese hombre. Agradezcamos los vermes y el olvido.

Epicureo

La muerte jamás nos alcanzará porqué mientras nosotros estamos ella no está y cuando llega nosotros ya no estamos.


Spinoza

El hombre libre en nada piensa menos que en la muerte…toda su sabiduría es solamente sabiduría de la vida mejor.


Unamuno

Lo malo no es morir, eso es algo natural y por naturaleza conveniente, lo realmente malo es vivir de cualquier modo, no practicar las virtudes, etc. Pero el pueblo ignorante grita y alborota reclamando vivir para siempre, bien o mal, como sea con tal de no morir nunca. Exigen estos indocumentados caprichosos que la muerte sea abolida como un impuesto injusto o que al menos admita una excepción en su caso personal.


Giacomo Leopardo

Deberíamos temer más a la vejez que a la muerte: porque la muerte suprime todos lo males que nos afligen, así como el deseo o la conciencia de bienes y placeres de los que ya no podemos gozar, en cambio la vejez se lleva los placeres pero deja intacto el apetito insatisfecho de ellos, además de aportar dolores y humillaciones inéditos.


Ludwig Feuerbach

Hay que aceptar la muerte como una realidad definitiva y no como una apariencia (según hacen las creencias religiosas) para poder disfrutar plenamente de la existencia terrenal y comprender nuestra continuidad impersonal con el resto de las realidades materiales del universo (…) El verdadero defecto del cristianismo, es haber acentuado hasta lo omnicomprensivo la individualidad humana. Si el individuo personal lo es todo, como es la individualidad lo que acaba cuando perecemos, bien podemos afirmar que después de la muerte no hay nada: entonces... ¿no hay nada des pues de la muerte? (…) En efecto, exactamente: si tu eres todo, cuando mueres después de la muerte no hay nada; pero si tu no eres todo, después de la muerte permanece todo lo que no eres tú.

Charles Lamb

No bastan las metáforas para endulzar el amargo trago de la muerte. Me niego a ser llevado por la marea que suavemente conduce la vida humana a la inmortalidad y me desagrada el inevitable curso del destino (…) Me gustaría detenerme en la edad que tengo; perpetuarnos, yo y mis amigos; no ser más jóvenes, ni más ricos, ni más apuestos. No quiero caer en la tumba como un fruto maduro (…) El sol y el cielo y la brisa y las caminatas solitarias y las vacaciones veraniegas y el verdor de los campos y los deliciosos jugos de las carnes y de los pescados y de los amigos y la copa cordial y la luz de las velas y las conversaciones junto al fuego y las inocentes vanidades y las bromas y la ironía misma, ¿todo eso se va con la vida?


Fernando Savater

La vida es transitoria, pero quién ha vivido, vivió para siempre.


Jim Bakker (telepredicador)

Tenemos un producto mejor que el detergente o los automóviles. Tenemos la vida eterna.
(Por cierto, este señor acabó en la carcel por su sentido comercial de la religión)
¡Que dé comienzo la búqueda!

miércoles, 5 de marzo de 2008

Derecho de sociedades

Las religiones de forma casi mayoritaria exaltan en el hombre sentimientos positivos y de amor hacia nuestros hermanos y nos llevan a satisfacer en mayor o menor medida nuestro afán de trascender más allá de la muerte. Pero yo os planteo ¿es eso suficiente? Es decir, ¿es necesario que para pensar de un modo positivo, honrado y benevolente abracemos incondicionalmente una serie de verdades preestablecidas acerca de todo lo que nos rodea, su funcionamiento, su origen y su último fin? ¿Es necesaria la motivación de la vigilancia de un ser superior y juez que todo lo ve, para que el ser humano haga el bien?


Creo que ya habréis adivinado cual es mi opinión. Algunos defensores del catolicismo me contradicen de la siguiente manera: "los que niegan la existencia de Dios es porque les conviene que no exista. No negamos que un ateo pueda ser honrado, pero evidentemente le falta motivación. Se puede preguntar: ¿Por qué voy a hacer el bien en lugar del mal, si obrando bien no me proporciono ventajas sino inconvenientes, y obrando mal salgo ganando? Si no hay un árbitro que sanciones, cada cual hará lo que más le convenga".


Presume aquí erróneamente nuestro católico amigo que haciendo el mal siempre se sale ganando y haciendo el bien siempre se sale perdiendo. Aunque eso no sea lo más importante del tema. Lo que yo quiero es trasladaros otra cuestión. Yo me crié en el seno del catolicismo, crecí con sus valores y sus principios y muchos de ellos válidos pasaron a formar parte de mi persona.¿Esto que quiere decir?


Esto quiere decir que las religiones no son malas en sí, como muchos creyentes apuntan, no nos enseñan nada malo. Esto es cierto, no hay que torturar ni martirizar al creyente, por que el que cree sinceramente, lo hace de corazón. Y esto es algo que muchos colegas ateos en la red no entienden, y se empeñan en demonizar a todos ellos.


No trato de martirizar a nadie, pero en mi opinión creo que tengo el deber, como hombre que salió de la caverna, de volver a ella para ver si hay alguien ahí que quiere acompañarme. Ese alguien puedes ser tú o un amigo o tu vecino, ese alguien puede ser la sociedad que no es "la sociedad", sino que somos la sociedad.


Porque toda sociedad tiene derecho a ser libre. La mejor sociedad no es la más religiosa, si esto fuera así épocas en las que la religión católica se configuró en nuestro país como religión oficial, tendrían que haber pasado a la historia por la increíble bondad y hermandad de toda la ciudadanía pero no fue así. Tu sociedad tiene derecho a ser libre. Tú te mereces una sociedad libre y tienes también derecho a ella.


¡Que dé comienzo la búsqueda!